Capítulo 1453 Si no puedes protegerla, ayúdala a lidiar con las secuelas
—Suficiente. —Benicio no pudo soportar más escuchar y continuó arrastrando a la fuerza a Tomás fuera de allí con rapidez, para que no se sintiera demasiado avergonzado de mostrar su cara delante de ellos en el futuro. Mientras tanto, Lucía se tapó la boca y cerró los ojos. Las lágrimas de desesperación rodaban por sus mejillas y quemaban cada centímetro de piel que tocaban. Sin embargo, por mucho que Tomás gritara, Lucía permaneció en silencio. Era obvio lo que implicaba. Benicio bajó la voz y susurró—: Basta, Tomás. Ya que... ya que no puedes cambiar el final, al menos deja algo de dignidad y de cara al futuro.
Lucía no sabía cómo la casa se había vuelto tan silenciosa de manera tan repentina. Se sentía como una niña indefensa atrapada en una guerra sin nadie de quien depender, escondida bajo las paredes de ladrillo rotas tras el bombardeo. Lucía se escondió detrás de Alberto durante mucho tiempo antes de estar dispuesta a salir. Para entonces, la casa ya estaba vacía. Paloma la miró con una mirada complicada.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread