Capítulo 1434 ¿Qué quieres? Nunca hay demasiado engaño en la guerra
Benicio se quedó atónito y miró incrédulo a Tomás, que no estaba lejos de él. Puede que ni siquiera supiera lo impactantes que eran sus propias palabras. Pero ahora, los ojos de Tomás parecían indiferentes y no quedaban otras emociones. Era como si un volcán caliente fuera tragado por las frías y abrumadoras olas en el momento en que entraba en erupción. Después, Tomás dijo:
—Entonces, señor Martínez, todo depende de su decisión.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread