Capítulo 1137 Convencen a Lucía para dejar la escuela
Tomás se acostó despacio, como un robot rígido. Apretó con fuerza el teléfono y miró al techo con los ojos muy abiertos. Nadie sabía en qué estaba pensando. «No... es imposible. Es imposible que Lucía se haya escapado; ¡no tendría el valor de hacerlo!»
Al día siguiente, Tomás no fue a la escuela. En cambio, se levantó muy temprano y fue a la Residencia Hidalgo. Cuando llegó a la entrada, tenía ojeras. Al parecer, no había dormido muy bien la noche anterior. Nadie sabía qué pasaba por su mente anoche para que se viera tan cansado esta mañana.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread