Capítulo 844 Si alguna vez me voy, por favor asegúrate de buscarme
Esta era la segunda vez que Tomás se caía de un edificio alto. La primera vez fue cuando fue secuestrado por Ariel en el ático. Esta vez, sin embargo, la situación era totalmente diferente. El pelo de Sebastián bloqueó la vista de Tomás y la caída en sí fue muy rápida. En sólo unos segundos, el suelo se precipitó a su encuentro. Con un golpe sordo, Tomás y Sebastián se estrellaron contra el colchón de aire.
—¡Maldición! —exclamó Sebastián—. ¡Eso fue bueno!
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