Capítulo 101 Tomamos lo que necesitamos
Cuando el evento terminó, ya eran las diez de la noche. Sofía se sentó junto a la fuente mientras descansaba a solas porque le dolían las piernas de llevar tacones. Bajo las luces de la fuente, el perfil de la mujer era delicado y hermoso; había desaparecido la expresión que tenía cuando se desahogó durante el enfrentamiento con Lucas.
En el momento en que Alejo consiguió apartarse de la multitud, vio su perfil tranquilo y silencioso. Hizo una mueca antes de acercarse a ella con las manos en los bolsillos, y sus ojos verde-azulados reflejaron la tenue luz de la noche, con un aspecto encantador. Sus ojos eran como esmeraldas que brillaban en la oscuridad. Sofía lo vio, pero permaneció indiferente mientras lo saludaba por cortesía, como cualquier otra persona.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread