Capítulo 1134 Cheng, no te vayas
Xia Micheng se congeló y se giró al instante. Lu Yuzhen estaba justo enfrente de ella, perfectamente allí. «¡No está muerto! Genial, ¡no está muerto!». Se rio y lloró al mismo tiempo, nadando rápidamente y golpeándole en su firme hombro con los puños.
—¡Lu Yuzhen, me has dado un susto de muerte! Me has dado un susto de muerte... Susurró esas palabras repetidas veces mientras se sentía invadida por el miedo.
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