Capítulo 850 Micheng, te he echado de menos
Las cejas delicadas de Xia Micheng temblaron de pánico. En un momento sus labios rojos tocaron algo blando y resultó ser que él la estaba besando. Lu Yuzhen hacía los ejercicios hacia arriba y hacia abajo. Cuando subía, sus labios abandonaban los labios rojos de ella, y cuando bajaba, la besaba. La mente de Xia Micheng se quedó en blanco al enterarse por fin de por qué necesitaban a un hombre y una mujer para los pulsos de una sola mano: «Así que esta es la razón».
Las cejas exquisitas de ella se llenaron de alegría cuando él le dio dos besitos. Luego ella soltó una risita y alzó la mano para taparse los labios rojos impidiéndole darle más besos. Lu Yuzhen dejó de hacer el ejercicio y sostuvo la cara preciosa de ella con ambas manos:
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