Capítulo 1891 Nada que temer

Ye Yuan se puso de puntillas para aferrarse al cuello de su marido. —Ya sabes de lo que estoy hablando. —Luego le plantó un beso dulce en los labios. Mientras tanto, Gu Longfan deslizó los brazos alrededor de la cintura delgada de su esposa y la atrajo hacia él, disfrutando del placer de sentir los labios suaves contra los suyos, luego entornó despacio los párpados y tragó saliva. Cuando ella observó su mirada intoxicada, notó que se le habían enrojecido los ojos. Le soltó el cuello y movió las manos hacia su cintura para desplazarlas hacia abajo. Sin embargo, él la detuvo enseguida y la miró en silencio—. Solo estaba tratando de asegurarme de algo, Gu Longfan. ¿Por qué pareces tan asustado? —Ye Yuan se liberó de su agarre.