Capítulo 166 ¿Está vivo?
Aquel día, Damián lo siguió encubierto porque empezó a obsesionarse con el oficial. «¿A dónde va Rubén? ¿Por qué no me dijo nada?», se preguntaba. «Lo seguiré hasta no saber qué trama», se decía y lo seguía discretamente por la ciudad.
Rubén entró en un edificio grande con una maleta deportiva y subió al ascensor. Aquel edificio era de tres pisos y se podía percibir un ligero aroma a cloro, conforme Damián se iba acercando más y más, podía percibir también un aroma a sudor y testosterona. Definitivamente era un lugar para ejercitar el cuerpo, era un gimnasio.
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