Capítulo 406
Danika estaba durmiendo, pero supo exactamente en el momento en que ya no se encontraba sola. Había cerrado su puerta, y solo una persona tenía la llave para abrir su cerradura.
Sus ojos se abrieron de golpe y miró la puerta. Lucien estaba allí, su rostro tan frío e impenetrable como siempre.
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