Capítulo 623 Vivamos bien a partir de ahora
Cuando Miranda y Edgar regresaron a la Hacienda Puente Oeste, ya era muy tarde. Ella regresó cansada a su habitación para ducharse y ponerse ropa cómoda, luego bajó a la cocina con la intención de prepararse un té. Al bajar las escaleras, vio a la señora Enriqueta y al profesor Lima sentados en el sofá, no hablaban ni veían la televisión, se sentaron en silencio, como si esperaran a alguien. El corazón de Miranda se aceleró al verlos, respiró profundamente y fue a preparar la tetera. Después de servirles el té, dijo suavemente:
—Papá, mamá, tomen un poco de té.
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