Capítulo 268 Quien se enamora pierde
En ese instante, la situación se volvió tensa, ya que ambos hombres intercambiaron miradas. Sus manos, que colgaban a los lados, estaban fuertemente apretadas, como si pudieran golpear a su oponente en cualquier momento.
Manuel se quedó boquiabierto. A continuación, se adelantó inmediatamente y trató de detenerlos. Sin embargo, antes de que pudiera abrir la boca, Sebastián fijó su mirada en Edgar mientras levantaba la voz y decía:
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