Capítulo 428 Un descarado «secuestro»
Sebastián apretó los puños con tanta fuerza que las venas de sus antebrazos sobresalían, lo cual era un espectáculo horrible de contemplar. Conocía demasiado bien a Néstor: el hombre no se detendría ante nada para alcanzar sus objetivos. Si no lo adivinaba mal, Néstor tenía el ojo puesto en Miranda por su culpa.
En ese momento, el teléfono que tenía en la mano volvió a vibrar con un nuevo mensaje.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread