Capítulo 274 Aún si se fuera a la quiebra
Fuera del auto, Miranda mostraba la licencia electrónica en el teléfono y prometía con sinceridad al policía no olvidar el permiso de conducir. Solo en ese entonces la dejó ir.
Sintiéndose aliviada, Miranda regresó al interior del auto y miró a Clara, la cual estaba sentada en la parte trasera. Con suavidad se disculpó:
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