Capítulo 540 ¿Está presa?
En ese instante, la habitación se sumió en un completo silencio. Un momento después, Miranda rechinó los dientes y se dio la vuelta para salir. Tras el portazo, el cuerpo tenso de Sebastián se relajó. Bajando la cabeza, se vio ahogado por sentimientos encontrados. Había pensado en muchas cosas durante su mes de recuperación en el Monasterio, incluyendo sus piernas. Si sus piernas al final no podían recuperarse, ¿cómo volvería a enfrentarse al mundo? Y lo que es más importante, ¿cómo se enfrentaría a Miranda? En ese momento, Salvador empujó la puerta y entró. Viendo la habitación en penumbra, frunció el ceño y encendió la luz. Al ver a Sebastián con la cabeza inclinada, se alarmó y preguntó:
—¿Qué pasa, Sebastián? ¿Esa mujer ha dicho algo de tus piernas?
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread