Capítulo 345 Él es el propietario
Marcel Luna resopló y dijo con una expresión sombría:
—No. —Con eso, tomó su teléfono a un lado y comenzó a jugar un juego móvil. Al ver su reacción, Miranda respiró profundo ya que lo había descubierto. No estaba segura de qué había hecho hace un momento para irritarlo. En apariencia, fue imposible persuadirlo de que firmara el contrato ese día.
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