Capítulo 92 Un enemigo en común
Miranda giró de inmediato la cabeza. En el momento en que evitó su mirada, se sintió un poco culpable. ¿Se había dado cuenta de que lo estaba mirando? Se mordió el labio y se obligó a seguir concentrada en tomar el acta de la reunión. Sebastián captó un rastro de pánico en el rostro de la mujer antes de que su mirada se posara al final en las puntas de sus orejas rojizas. Unos segundos después, curvó un poco los labios. La reunión terminó con éxito y ambas partes se alegraron. La negociación había terminado y era casi la hora de la cena, por lo que ambas partes querían, por supuesto, comer juntas.
Cuando todos se fueron a comer, Miranda salió de la sala de reuniones con las secretarias. Mirando a la gente que se alejaba, se sintió en secreto aliviada. Estuvieron a punto de fracasar en esta negociación en la sala de conferencias hace un momento, pero por fortuna todo salió como estaba previsto. Después de dar unos pasos, Miranda vio a Daniela que caminaba no muy lejos, y de repente pensó en su caída en la sala de conferencias. En aquella ocasión, aunque tenía prisa y no prestaba atención a sus pies, comprobó que no había obstáculos en el suelo cuando se levantó a recoger los documentos. Todavía recordaba que cuando entró con los documentos, Daniela estaba detrás de ella en diagonal. Era muy posible que Daniela la hubiera hecho tropezar aprovechando que no había nadie sentado en ese momento. Después de todo, era la única que estaba a su lado. Miranda respiró hondo y la detuvo.
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