Capítulo 116 Soy una prostituta, recuerda
La sala del tribunal quedó en silencio, el aire cargado de tensión, mientras los labios de Cathleen se curvaban en una sonrisa de complicidad. Atravesó a Anastasia con su mirada, inflexible y afilada como un bisturí. "Señorita Brown, me gustaría que repitiera su declaración", exigió, su voz cortando los susurros que habían comenzado a arremolinarse como buitres alrededor de un cadáver.
La voz de Anastasia tembló, sus ojos moviéndose rápidamente, buscando un escape que no estaba allí. "Dije que no lo sé. No lo recuerdo".
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