Capítulo 983 Ruégame que te lo cuente
Antes, Yelena había permitido que la furia nublara su mente, así que, sin mediar palabra, pasó de inmediato a la acción. Atribuyó su sensación de familiaridad con Emir al tipo de camaradería que se comparte entre compañeros cananeos.
Si se hubiera calmado y hubiera percibido su aura desde el principio, se habría dado cuenta de que Adrián no era otro que Emir.
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