Capítulo 756 ¿Quién se atreve a llamarme fraude?
Esta vez, el hombre desaliñado no apartó el pincel; lo aceptó con un gesto de la cabeza.
Al igual que antes, la multitud se calló, con expectación palpable en el aire. Pero, a diferencia de su anterior muestra de fervor salvaje, ahora encarnaba el epítome de la concentración; cada trazo intencional, cada línea llena de propósito.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread