Capítulo 772 Contacto
—Por supuesto. Después de todo, soy el guardián sagrado de Cananea. ¿No me consideras una figura importante? ¿No me tienes miedo? —afirmó Emir con seguridad.
—¡Ignorante! —El hombre de negro guardó silencio un instante y, de repente, escupió. Acto seguido, dejó entrever una pizca de lástima en su expresión al decir—: El llamado guardián sagrado de Cananea no es más que un título que te han dado esos plebeyos. A los ojos de gente como nosotros, no eres más que una broma.
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