—¿Ah? ¿Por qué dices eso? —Emir se interesó de repente.
—La Penitenciaría Alma de Dragón tiene una existencia indefinida. Ni siquiera nosotros podemos recordar con exactitud cuándo se estableció o por qué estamos aquí. Lo único que recordamos es una voz en lo más profundo de nuestra memoria que nos obligó a montar guardia aquí —dijo Raxprimus.
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