Capítulo 104 Humillación
Wilfredo se burló al creer que el asesino de Jardín Sombrío era la razón de la confianza de Benedicto, quien yacía en el suelo retorciéndose de dolor, apenas capaz de pronunciar palabra. Tenía la cara hinchada y mallugada, pero sus ojos seguían brillando con desafío.
Wilfredo se abstuvo de asestar el golpe final. En su lugar, ordenó a sus guardaespaldas que se llevaran a Benedicto y lo encarcelaran. Tenía la intención de infligir más tormento, una vez que el asesino de Jardín Sombrío cayera en su trampa.
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