Karen empezó a arrepentirse de haberlo llevado. Oscar estaba tan concentrado conduciendo que no alcanzó a ver su expresión de reproche. Ni siquiera el hecho de ir bien vestido a insistencia suya, lo salvaba de ser odioso.
—Terminemos esta conversación —replicó Karen—. Tengo la impresión de que la defiendes.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread