Capítulo 668 Llévala a la azotea
Se supone que Miranda se sintiera aliviada después de leer ese mensaje, pero el mensaje también tenía otros significados, por lo que solo podía sentir la inquietud que aumentaba dentro de ella. «¿Por qué Armando liberaría a mis padres después de hoy? ¿Iba a empezar su plan? ¿Cuál era exactamente su plan? ¿Cuáles fueron las cosas que copiaron a la computadora de Sebastián? ¿Qué efectos traería?». Todas las preguntas se mezclaron en su cabeza y ella no tenía ni una pista de lo que sucedería.
Consideró abrir las carpetas en el pendrive, pero todas estaban encriptadas. Lo más aterrador era que el cifrado estaba bloqueado por tiempo, lo que significaba que se podía acceder a él en la fecha de vencimiento; el archivo explotaría por sí mismo como una bomba de tiempo después de enterrarse bajo el suelo durante algún tiempo. Aunque no estaba segura de lo que había en la carpeta, asumió que era algo más letal que una bomba. Una vez transcurrido el tiempo, sería detonado y tendría el poder de destruirlos.
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