Capítulo 439 Es un hombre sin piedad
Después de que Armando se marchara, el ambiente frío de la sala no sólo no se calmó, sino que se volvió aún más glacial. Gerardo, estupefacto, volvió en sí y miró a Sebastián antes de suplicar con voz temblorosa:
—Pr… Presidente Montes de Oca, por favor, déjeme ir esta vez. Fui obligado por el Vicepresidente Montes de Oca...
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread