Capítulo 338 El regreso de Néstor Peralta
Ahora que se encontraba envuelta en ese tipo de situación, Miranda nunca se hubiera imaginado que se sentiría de esta manera.
Edgar se sintió desolado al verla comportarse de esa manera e, inconscientemente, se le acercó para envolverla entres sus brazos; Miranda se encontraba tan absorta en su pesar, que el abrazo del joven hombre fue un enorme consuelo, y en ese momento, dejó correr el llanto tan libremente, que sus lágrimas lograron empapar la camisa de Edgar. Al mismo tiempo, el joven sintió una profunda tristeza al escucharla llorar de esa manera, pues era la primera vez que la veía desmoronarse. Miranda tendía a actuar como una mujer fuerte y sin emociones, que nunca se permitiría mostrarse vulnerable ante los demás; en un intento por tranquilizarla, Edgar dijo:
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread