Capítulo 231 La sopa que hizo para él
Al día siguiente, en medio de la niebla antes del amanecer, Miranda se despertó. Se cambió de ropa y corrió al supermercado de abajo para comprar carpa fresca y tofu. Luego, corrió a la cocina. Anoche había aprendido a preparar la sopa gracias al tutorial de su móvil. Aunque no fue un fracaso total, el sabor era bastante insípido. Por eso, hoy se levantó temprano a propósito para preparar otra olla. No tenía una buena relación con Sebastián, pero cuando pensó en que la había ayudado a pagar los gastos de la operación de su padre, decidió que una olla de sopa de pescado no era nada comparado con lo que él había hecho por ella.
Además, si aprendía a cocinar la sopa, podría hacerla para su padre y madre. En cierto modo, Sebastián era su rata de laboratorio. Con esa idea en mente, se sintió mucho más tranquila, y de inmediato incrementó su ritmo de trabajo hirviendo primero una olla de agua. Miranda siguió ocupándose de la cocina. Después de más de una hora, la olla de sopa de pescado estaba casi lista. La sopa blanca y lechosa desprendía un delicioso aroma. Además, el tofu tenía un aspecto sabroso y muy tentador. Miranda tomó un sorbo y no pudo evitar sentir satisfacción. Comparada con la sopa que había hecho ayer, ésta era un gran éxito. Vertió la sopa de pescado en un recipiente y se cambió de ropa. Luego, se dirigió al hospital. Preparó a propósito dos porciones. Una para Sebastián y otra para Manuel. Así evitaría que cualquiera de las dos lenguas se moviera.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread