Capítulo 44 Un regalo especial

—Devorador de almas… —El nombre impactó a Sebastián profundamente, dejándolo inmóvil. Su rostro mostró una expresión de desconcierto mientras los transeúntes le observaban con curiosidad. —No debería sorprenderte —la voz fría de Hayley interrumpió su ensueño—. Mis técnicas son clasificadas como tales precisamente por esta razón. El Devorador de Almas tiene tres reglas fundamentales. En primer lugar, nunca debes consumir el alma de alguien cuyo poder exceda significativamente al tuyo. En segundo lugar, no puedes devorar a una persona buena, ya que hacerlo te llevará inevitablemente a sentimientos de culpa que se materializan en forma de un demonio interior, transformándote eventualmente en un monstruo. Tercero, es imperativo mantener la confidencialidad sobre la posesión de estas técnicas, pues las consecuencias incluyen ser perseguido por aquellos que buscan justicia.