Capítulo 229 Una vez no es suficiente

Coloqué una mano sobre mi boca para sofocar mis gemidos de deseo cuando sentí la cabeza hinchada y gruesa de su miembro posicionarse en mi entrada. En un empuje enérgico, Edward embistió su caliente y duro miembro dentro de mi sensible agujero. Lancé la cabeza hacia atrás y solté un grito al sentir el calor de su entrada acompañado por el agua caliente de la fuente. Edward comenzó a mover su enorme miembro, bombeando dentro y luego fuera de mí inmediatamente después de su primera entrada. Su sexo era caliente y áspero mientras su eje golpeaba profundamente en mi núcleo, dándome un placer interminable, ola tras ola. Había pasado un tiempo desde que había experimentado un sexo tan áspero con Edward. Estaba claro que no me daría un descanso hasta que estuviera embarazada de su hijo.