Capítulo 68 El norte verdadero

Me desperté al amanecer con una sensación de temor. Algo iba mal. Mi presentimiento se confirmó cuando visité la habitación de Sabrina. Sabrina no estaba en su habitación y no pude encontrarla en ningún lado. Tampoco nadie la había visto desde que se retiró a su habitación a la noche. Los guardias de la casa y los guardias situados en las puertas exteriores de la finca no vieron a nadie sospechoso entrando o saliendo de la finca, Sabrina incluida. La búsqueda en las cámaras de seguridad también resultó vacía. Odiaba admitir eso, pero parecía que Sabrina había desaparecido. Luciano no iba a poder creerlo cuando se enterara de esto. «Será mejor que la encuentre y la traiga de vuelta antes de que se entere. Sólo Dios sabe cómo la castigará si se entera...»