—¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? —preguntó Ricardo. Tomó mis manos entre las suyas mientras las inspeccionaba en busca de lesiones, seguidas de mi brazo.
—Estoy bien. No hay necesidad de hacer un escándalo. Sólo haz que las criadas limpien todo este desorden —le dije.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread