—Por aquí... —dijo Ricardo mientras me guiaba por la entrada del personal.
La decisión de Ricardo fue tan sensata como siempre. Luciano no nos descubriría si utilizáramos la entrada del personal porque probablemente nunca visita las dependencias del personal. No habría ninguna razón para que lo hiciera. Esperaba que a estas alturas ya estuviera de vuelta en su dormitorio tras ver que Ricardo y yo habíamos abandonado la habitación.
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