Capítulo 130 Verdades ocultas

—¿Has venido a trabajar... aquí? ¿Seguro que no has venido a holgazanear en el trabajo? —pregunté mientras me reía. ¿Cómo podría él o alguien trabajar aquí? Aparte de la increíble vista, no había nada más aquí. Ricardo no respondió a mi pregunta, sino que empezó a colocar una gran estera en el claro de hierba en el que estábamos. Alguien estaba bien preparado, como siempre. Supongo que haremos un picnic nocturno juntos en este lugar. ¡Impresionante!