Capítulo 123 Dejar ir

La mañana llegó mucho más rápido de lo que me hubiera gustado. Me desperté en la cama. No era de extrañar que Ricardo me llevara a mi habitación. Al final, Ricardo era un tipo muy bueno y profesional. Basándome en mis experiencias, podía saber cuándo algo que estaba ocurriendo en mi vida era demasiado bueno para que me ocurriera a mí. Aparte de aprender por las malas que estas cosas no duran, también había aprendido con orgullo que debía disfrutarlas mientras duren y eso es exactamente lo que había decidido hacer en el poco tiempo que me quedaba con Ricardo. Al fin y al cabo, no importaba cuántas veces se lo pidiera, ni siquiera se molestó en mentirme diciendo que se quedaría conmigo para siempre. Hoy, como prometió Ricardo, me iba a hacer una tarta y de paso me iba a enseñar a hacerla. Me había dado una ducha rápida que me ha hizo sentir muy fresca y llena de energía. Después de eso Laura me ayudó a vestirme con ropa relajante. Ricardo me estaba esperando justo delante de mi puerta y casi me choco con él cuando abrí la puerta. «Parece bastante alegre hoy, esperemos que hoy sea un día maravilloso para nosotros. No mencionó nada del pequeño incidente de anoche y yo tampoco».