Capítulo 14 El mirón

Tras cerrar la puerta del dormitorio de Sabrina tras de sí, Luciano se quedó quieto calmando su respiración. Su enorme polla palpitaba de necesidad. Como de costumbre, cada vez que anhelaba a Sabrina, se dirigía a esa habitación. La habitación contigua a la de Sabrina era un dormitorio de invitados y, como casi nunca recibían huéspedes durante la noche, esta habitación no se utilizaba desde hacía años. Decorada con lujo según el estándar de esta mansión, la habitación parecía como cualquier otro dormitorio bien amueblado, excepto que Luciano sabía que esta habitación escondía un secreto. Cerrando la puerta del dormitorio de invitados detrás de él, se dirigió de inmediato al armario de madera blanca construido en la pared que separaba el dormitorio de Sabrina de esta habitación. En la parte posterior de este armario había una abertura que daba acceso a una habitación secreta inteligentemente escondida entre la parte posterior de este armario y el dormitorio de Sabrina. Hay un pequeño agujero en la pared que permitía al que mira a través de él una vista completa y sin obstáculos del interior del dormitorio de Sabrina. Luciano había estado aquí innumerables veces para observar a su hijastra. Al principio, justificaba sus acciones con la preocupación por ella, pero a medida que Sabrina se convertía en una mujer tan hermosa en los últimos años, venía a esta habitación con más frecuencia impulsado por su deseo por ella. Hoy no era una excepción.