Capítulo 94 ¿Qué demonios haces forzando un beso?
—Ella... Ella dijo... —Mu Ruicheng no era tan valiente como para decir la verdad, pero no podía inventar una mentira que pudiera engañar al increíblemente inteligente Mu Chenjue. Mu Ruicheng no encontraba las palabras adecuadas mientras hablaba.
Mu Chenjue tiró su cigarrillo en el cenicero y tomó las llaves de su auto para irse.
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