Capítulo 120 Él quiere su consentimiento

Ruan Cheng sentía sed por alguna misteriosa razón. Sus labios estaban resecos e hinchados debido a que él la había estado besando toda la noche. Se bebió el agua y dejó el vaso a un lado. Se levantó de la cama para ir al baño cuando se percató de algo. Se dio la vuelta, pero antes de que pudiera preguntar dónde estaba su ropa, el hombre la tomó por la cintura y le dio un beso ardiente. Ella se resistía con todas sus fuerzas. Sintió algo pegajoso cuando le agarró el brazo. Entonces fijó su atención en el brazo y se dio cuenta de que su pijama estaba empapado en sangre, aunque no se notaba porque la tela era oscura. El seguía besándola con pasión, primero sus mejillas, después sus labios y luego su cuello. Ella vio que la sangre del brazo de él había manchado sus manos… El corazón de Ruan Cheng se estremeció. «Está loco. Está totalmente fuera de sí». Lo dejó besar cada centímetro de su cuerpo. Mientras la besaba, la llevó de vuelta a la cama. Al acostarse, Ruan Cheng le lanzó una mirada de desespero. Sus ojos claros tenían una sombra de tristeza.