Estaba agachada en el suelo abrazando sus rodillas; ya tenía las piernas entumecidas cuando escuchó la voz grave y ronca de Mu Chenjue.
—Ya puedes entrar.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread