Capítulo 83 La huida de Jacobo
Esta docena de matones, con tubos de acero en las manos, eran feroces. Se notaba que eran gamberros de los bajos fondos. A Jacobo le temblaban las piernas. Este encuentro se produjo justo cuando pensaba vengarse del joven. De manera inesperada, la otra parte se vengó primero. Camila también se sorprendió. A pesar de ser una famosa socialista en Lumenópolis, siempre la dejaba boquiabierta cuando experimentaba estas cosas.
—Este es el perro que se atrevió a romperme la cabeza. ¡Dale una paliza! ¡Golpéalo hasta la muerte! —gritó el joven con la cabeza vendada, mientras señalaba vengativamente hacia Jacobo.
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