Capítulo 13 Comienza nuestra vida en común
Incluso cuando se sentó en el coche del tío Wang, Chu Meng aún no había conseguido elaborar un buen plan. Sin embargo, conoce a tu enemigo. Con algunas maniobras elaboradas por su parte, consiguió averiguar algunas cosas sobre Situ Han a través del tío Wang.
La familia Situ era la más grande de la ciudad. El abuelo de Situ Han, el Viejo Amo Situ, había fundado el enorme imperio que era, el Grupo Situ, involucrando a la compañía en todo tipo de negocios como bienes inmuebles, hoteles, grandes almacenes y mucho más. En todo el mundo, había cientos de sucursales y filiales de la empresa principal. El Viejo Amo Situ tenía un hijo que le había dado dos nietos y una nieta. También tenía una hija que le había dado otro nieto. De todos sus nietos, al que más apreciaba era su nieto mayor, Situ Han.
Por desgracia, a pesar de sus deseos, Situ Han no se había hecho cargo de los negocios de la familia Situ. En cambio, había fundado su propio Grupo Cheng Hao. Situ Han había construido su imperio con sus propias manos, sin depender de las influencias de la familia Situ. Aunque no estaba del todo contento con su nieto por dejar el negocio familiar, el Viejo Amo Situ seguía estando orgulloso de él. Al igual que para el Viejo Amo Situ, el nieto favorito para la Vieja Señora Situ era también Situ Han. Le insistía constantemente en que buscara una esposa, sentara la cabeza y tuviera hijos. Desgraciadamente, el propio Situ Han no tenía ninguna prisa, por lo que se había comprado una villa y se había mudado de la vieja mansión; se había cansado de sus discusiones al respecto. Sin embargo, cada día 1 y 15 del calendario lunar, iba a visitarlos. Chu Meng pensó que posiblemente podría empezar con el Viejo Amo y la Vieja Señora Situ.
Al llegar a la villa, el coche de Situ Han también se detuvo en el garaje. Al abrirse la puerta principal, Situ Han apareció en el zaguán con una mirada tensa. Detrás de él había otro hombre. El hombre llevaba un traje de chaqueta y esta sobre los hombros y entró pavoneándose. Sus ojos almendrados se iluminaron y dijo:
—Oye, si no eres mi nena, ¿qué haces aquí?
Chu Meng se llevó la mano a la frente con fastidio. Con ese pelo rubio y ese tono de voz desenfadado, ¡no podía ser otra persona que el hermano de Situ Han, Situ Yun!
Chu Meng le respondió con un tono serio:
—Joven Amo Yun, puede llamarme Chu Meng o señorita Chu.
Situ Yun se rio a carcajadas mientras le decía:
—¡No seas tan formal y fría! Te llamaré Chu Chu y tú puedes llamarme Yun Yun.
—Solo es la segunda vez que nos vemos, y sería mejor que no nos dirigiéramos al otro con tanta familiaridad. Creo que debería seguir llamándote Situ Yun.
La voz de Chu Meng era fría. La primera vez que se habían conocido, parecía un tipo normal. Ahora se estaba dando cuenta de que parecía bastante tonto.
—Hermano, parece que me has estado ocultando algo. No me extraña que no quisieras que me quedara. —Situ Yun entrecerró los ojos mirando a Situ Han.
La cara de Situ Han se ensombreció aún más. Su hermano tenía la cabeza más dura que la pared; aunque no lo hubiera aceptado, su hermano seguiría insistiendo en venir.
—A partir de ahora, yo también viviré aquí. Podemos empezar a vivir los tres juntos. ¿No te hace feliz, Chu Chu?
Situ Yun parloteaba mientras acariciaba la cabeza de Chu Meng. Ignoró por completo la cara de agobio de Situ Han. «¿Feliz? ¡Como si lo fuera!». Chu Meng dio dos pasos hacia atrás, distanciándose del hombre facilón.
La voz de Situ Han era helada mientras hablaba:
—¡Si alguien se entera de que Chu Meng vive aquí, te echaré a los tiburones!
—Hermano, soy un joven sobresaliente lleno de integridad moral, ¡tienes que creer en mi carácter!
Situ Yun tenía una mirada jovial mientras acariciaba el hombro de Chu Meng y decía:
—Además, con la buena y estrecha relación que comparto con Chu Chu, no le voy a hacer la vida más difícil.
Chu Meng le apartó la mano:
—¡No tan estrecha, deja de decir tonterías!
—De acuerdo, subiré mi equipaje primero. Nos vemos, Chu Chu. —Situ Yun se dirigió con alegría hacia arriba con sus maletas.
Mirándole fijamente, Chu Meng le preguntó preocupada:
—Señor Situ, ¿su hermano es siempre así?
«Así de vacilón hasta el punto de volver a la gente loca, quiero decir».
Situ Han tosió, sintiéndose incómodo. Después de todo, lo que pasa en la familia, se queda en la familia.
Pronto llegó la hora de la cena y los tres se sentaron a la mesa. La lujosa cena en la mesa del comedor, desprendía un aroma apetitoso.
Situ Yun se ocupaba de hacer de perfecto anfitrión y dijo:
—Chu Chu, el chef que contrató mi hermano venía de un hotel de cinco estrellas. Ven, tienes que probar esta sopa de pollo.
Mirando a Situ Han, que no había movido un solo músculo, Chu Meng soltó una risa con vergüenza. Sin que él diera el primer paso, como invitada, se resistía a empezar a comer. Al ver que no se movía, Situ Yun sirvió personalmente un poco de sopa de pollo y se la dio a Chu Meng.
—Rápida, bébela —le instó Situ Yun, con ojos esperanzados.
Chu Meng tomó un pequeño sorbo. Estaba realmente deliciosa y dijo:
—Está realmente buena.
Situ Yun esbozó una brillante sonrisa mientras le entregaba un muslo de pollo, con el hueso envuelto en papel de cocina. Chu Meng le dio las gracias y aceptó el muslo. Al morderlo, sus ojos brillaron y dijo:
—Está delicioso.
A continuación, Situ Yun colocó una chuleta de cordero en su plato y le dijo:
—Prueba esto, es cordero importado desde Australia y asado a la perfección. He oído que es tan joven, que los huesos aún están crujientes.
Mientras terminaba de masticar el hueso, Chu Meng dejó escapar un suspiro de satisfacción diciendo:
—Eso es absolutamente increíble.
Los ojos de Situ Yun se fruncieron con una amplia sonrisa.