Bautista sostenía a Micaela mientras veían el amanecer, envolviéndola en un abrigo y abrazándola con más fuerza. "¿Tienes frío?"
Micaela negó con la cabeza, sus ojos llenos de alegría. "¡No tengo frío!"
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread