—¡Está bien! —Micaela asintió. Habría cuidado bien de él aunque Enzo no se lo pidiera, ya que era culpa suya que las cosas hubieran acabado así.
Ambos entraron en el ascensor. Micaela lo miró con preocupación y él le devolvió la mirada. Ella evitó de inmediato su mirada y le preguntó:
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread