Capítulo 1326 Como un niño
Bautista cerró los ojos. El familiar y reconfortante aroma de ella llenó sus fosas nasales. Su cuerpo se relajó y, en poco tiempo, se quedó dormido.
Micaela escuchó su respiración profunda y prolongada, girando su cabeza para mirar la cara dormida de Bautista durante un buen rato.
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