Capítulo 463 Oasis de durazno fragante
Sebastián había visitado Aromathia varias veces, pero nunca había puesto un pie dentro del Oasis de Durazno Fragante. Se rumoreaba que solo se permitía la entrada a los discípulos principales, mientras que los discípulos generales solo podían quedarse afuera, ya sea en Aromathia o en el propio Oasis de Durazno Fragante.
Después de pasar por Aromathia, Sebastián se encontró frente a un vasto cañón. Pendientes cubiertas de hierba verde exuberante y flores de colores salpicaban el terreno. Era una escena impresionante, diferente a todo lo que había encontrado antes.
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