Capítulo 34
No mames.
Esto no está pasando. Esto no puede ser verdad. Maldita sea. Estaba paralizada mirando pelear a esos dos enormes lobos, y lo peor es que uno era Kayler. Es ese mismo lobo que siempre me defendía, que me ha salvado más de una vez, es él. Con razón cuando me miraba, esa mirada se me hacía muy conocida. Ahora entiendo todo. Ahora sé su secreto. Y lo que más me duele es que no tuvo el valor para decirmelo, no tuvo la confianza suficiente.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread