Capítulo 14
Él era quién iba al mando, yo solo lo seguía. ¡Diablos! Besa tan bien. Sus labios sobre los míos hacen que todo en mí se encienda, que mi corazón lata a mil por hora; que mis piernas tiemblen y que no pueda mover mis manos para apartarlo. Una parte de mi quiere empujarlo contra la pared pero otra quiere apegarlo más a mí, y yo no puedo moverme.
Se detiene a mirarme a los ojos. No logro decir nada. Se inclina para darme otro beso pero antes, escuchamos aullidos provenientes del bosque. Eso hace que toda mi piel se estremezca. Miro por la ventana de mi cuarto. Esta vez no es sólo un aullido, son varios.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread