Capítulo 31
Sentía un dolor horrible en mi brazo, dolía. Dolía mucho. Empecé a abrir los ojos y lo primero que vi era que estaba en mi habitación. Estaba oscureciendo. Miré mi brazo, estaba vendado, un poco de sangre se miraba en la venda blanca, ¿qué me pasó? Y entonces empecé a recordar. Paige lo hizo. Después de preguntarle sobre su extraño símbolo en el brazo, pero no estaba tatuado ni nada por el estilo, era una marca, como que se la hubieran hecho con un... Cuchillo. Tosí un poco, tenía la garganta reseca. En eso, se apareció por la puerta de mi habitación Kayler, su expresión cambió a alivio, venía con un vaso de agua y unas pastillas, me hacían falta, tenía un fuerte dolor de cabeza.
—Hola, mi amor, ¿cómo te sientes? —me preguntó, poniendo el vaso de agua en la mesita de noche.
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