Capítulo 277 Un estrecho abrazo
—A…Auch...Duele... —Ruan Cheng se quejó mientras Mu Chenjue le frotaba la piel con fuerza. Debido a su forma brutal de lavar su cuerpo, podía sentir que su piel casi se desprendía.
No solo eso, sino que su piel clara también se volvió rosada debido a la fuerza. Al mismo tiempo, su mirada era fría mientras la limpiaba porque quería lavar los chupetones de su cuerpo que le había dejado otro hombre. Cuando Ruan Cheng se ahogaba insoportablemente con el agua, Mu Chenjue la sacó de la bañera. Con su cuerpo enrojecido y caliente, parecía un camarón cocido. Luego la llevó al frente de una ventana gigante.
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