Capítulo 163 Un buen esposo

Zhang Wenbai no se negó a la petición de su madre. Después de discutir con su padre, necesitaba aprovechar cualquier oportunidad para reconciliarse con él. En comparación con este, Zhang Wenbai sabía que tenía un temperamento fuerte y que debía cuidar la forma en que le hablaba. Su padre no solía enfadarse con él, aunque de vez en cuando se molestaba, pero lo olvidaba al cabo de un rato. La promesa que había hecho a sus padres de ver una película o una obra de teatro parecía tan lejana; lo había prometido hacía cinco años, mientras estaba en prisión. Sus padres habían ido a visitarlo en ese momento. Llevaba el uniforme asignado por la prisión y las muñecas esposadas. Un guardia lo había sacado de su celda para recibirlos. Una vez sentado, Zhang Wenbai vio sus rostros pálidos y frágiles. Parecía que habían envejecido de repente de la noche a la mañana.